lunes, 27 de abril de 2009

Relato de Sicilia I

Hola a todos,

Perdonad por mi ausencia todo este tiempo, pero he estado de viaje en Sicilia una semana. Me ha venido bien para airearme un rato y despejarme. Aunque cuando vuelves te das cuenta (más si cabe todavía) de que la vida, los problemas y todo en general se afronta cara a cara y viajar sólo supone un alto en el camino para seguir progresando.

----

Había nervios la noche anterior, son de estos momentos que la emoción te puede y las ganas de llegar te hacen estar despierto. El avión salió sin retraso a primera hora de la mañana. Ni siquiera había salido el sol. Pero el aeropuerto era un hervidero de gente esperando sus destinos. Unos nerviosos, otros dormidos, pero todos con la vista puesta en otro sitio.

Creo que fui el único que dormí todo el vuelo sin mover un músculo. Desperté justo antes de que aterrizara el avión.

La primera sensación que recorrió mi cuerpo cuando puse un pie en Palermo fue como si me encontrara en una ciudad Marroquí. La estación de tren se parecía demasiado a la de Casablanca y la costumbre de colgar la carne dentro de furgonetas con las puertas abiertas también confirmaba esa sensación que tuve.

Caminando por sus calles de camino al hostal, el caos del tráfico no dejaba indiferente a nadie. Los edificios dejaban ver una ciudad antigua con historia. El paso del tiempo y la polución hacen mella en cada esquina. Entonces fue cuando mi segunda sensación afloró: ¿estaba en Cuba? El aire decadente de la ciudad es el encanto de esta ciudad. Pero no, una vez más el idioma que se escuchaba por la calle me quitó esa idea de la cabeza.

Llegamos al hostal después de dar unas vueltas y perdernos por calles ruidosas y llenas de gente. El trato era agradable, la habitación estaba limpia, pero todo era viejo y bastante decadente. Dejamos las maletas, desansamos 5 minutos y nos apretamos los cordones de las zapatillas preparándonos para conocer la ciudad...

(Continuará)

4 comentarios:

  1. El sur de Italia es lo que tiene, posiblemente uno de los países con más diferencia entre norte y sur.

    ResponderEliminar
  2. Viajar tiene su encanto, como todo en la vida. Cervantes decía."El andar tierras y comunicarse con diversa gente hace a los hombres discretos”
    Viajar es una buena forma de aprender. El cabalgar, el viajar y el mudar de lugar recrean el ánimo.
    El mundo es un libro, y quienes no viajan, leen sólo una página.
    Viajar por el mundo:para aprender, para crecer, para superar nuestros límites y para amar el mundo.
    Cuando persigues tus sueños más felices, se abren puertas allá donde no hay puertas.

    Estrella del Norte

    ResponderEliminar
  3. Dejad que vuestro espíritu aventurero os empuje a seguir adelante y descubrir el mundo que os rodea con sus rarezas y sus maravillas. Descubrirlo será amarlo.(Kahlil Gibran)
    Un viaje de miles de kilómetros empieza con un pequeño paso.(Lao Tse)

    Antares

    ResponderEliminar
  4. Describes las cosas con una sencillez extraordinaria, cada escena, cada palmo que caminas. Lo sencillo, suele ser la descripción más real de lo que ves. Me ha gustado mucho.

    Antares

    ResponderEliminar